sábado, 16 de abril de 2011

Campanitas de manicomio

marchaba perdido en un mar de botellas
que lindaba con un bosque de caras borradas
furioso por no entender que pasaba en su cabeza
buscando respuestas en whisky y cigarros.
a lo lejos vio que alguien de cerca lo miraba
conocía esos ojos pero nunca los había visto
y no pudo evitar perderse en sus brazos
besarla como si fuera producto de panal.
compartieron soles y lunas de vino
planearon viajes que nunca iban a hacer.
ella decidió volar mas lejos, el no supo despegar
una  psicodelica y un melancólico no se deben cruzar
pero de cualquier manera un tonto nunca olvida
que el corazón nunca perdona.
y el recuerda riendo a su ninfa de bosque sin luna,
 tinkerbell de manicomio
diminuta amante oportuna, medusa en su dormitorio

jueves, 14 de abril de 2011

CADÁVER EXQUISITO (escrito por los PPP)

Siento el sol, vivo tus lunas diurnas
burbujas flotando, envidia, locura
y con el rocío nocturno, el aroma del vino,
la miseria consume hasta al mas blanco ciervo
tiñendo sus pezuñas de sucio barro
consumiendo hasta el ultimo suspiro de su aliento
la ultima bocanada de aire, tirada al viento
como escupiendo al cielo vestido de estaño
exigiendo una guia, una mano, un porque
¿y para ir a donde? a donde uno quiere, a donde soñaste
o simplemente a donde nadie te diga que camino seguir
Siento, respiro, tu agudo dolor
todo lo que callas, lo que sientes, rojo fragor
intenso rigor, elixir de sal, de arena y de mar
corroe el recuerdo en un gris palpitar
de humos marrones desde el mas allá
y viejas historias surgen del hablar
con penas cargadas,con risas y desvarios
sentimientos escondidos tras el humo del cigarro
y el gusto a cobre, quemando las encías
soñando con soles que ya no amanecen
y de a poco la oscuridad envolviéndome, desvaneciendome
soñando, anhelando lo que no fue
sentidos dormidos, inertes, así te vuelvo a ver
a travez de vapores de suburbios perdidos,
de luces sin fuerza, en los cadáveres del callejón
como gárgolas con vida en el rumor de la calle
caminando sin sentido, dispuestos a bañarse en las orillas del Akeronte,
dejando que la muerte inunde sus cabezas y enfríe sus corazones
marchitando lo ultimo de humanidad visible
condición robada en noches frías
inocencia arrebatada de nuestros ojos
la vida nos ataca, nos magulla
nos lleva al fuego, el vino, las caricias frías
y se queda con las monedas para pagarle al barquero
su hora todavía no había llegado
resignado debería volver hacia atrás
y terminar aquello con lo que había empezado...